martes, 29 de enero de 2013

Te q*****

A veces vives uno de esos momentos en los que necesitas detenerte, pensar, y decir todo lo que en él sientes, y digo ¨a veces¨ refiriéndome a ¨continuamente. Momentos extraños, en los que te replanteas vida que aún ni siquiera has vivido, palabras que aún no  has conocido y sentimientos por experimentar. Y comparas tu vida a como era hace apenas dos años, todos los te quieros que regalabas, todos esos que ahora no quieres desperdiciar, simplemente por miedo al error.
Las ganas de despertarte, solo para leer su despertar, ese ¨buenos días princesa¨ y esos deseos que no sabes si se dicen por decir, o se sienten de verdad.
Ganas de soñar, de engañarte, de vivir en una nube, drogada, solo viéndole a él.
Sentimientos extraños.
Y una vez pensados, una vez acabada esa pausa, una vez dicho todo incluso publicado; una vez vivido ese pequeño momento infinitamente repetido, volver a andar.

domingo, 13 de enero de 2013

Sólo...

Caminar sin rumbo fijo de tu mano. Abrazarte sin razón, de un momento para otro, y después volverlo a hacer. Robarnos un beso, un par tal vez. Picarnos, enfadarnos, y reconciliarnos sin más. Contar historias increíblemente estúpidas, y sentirnos dueños de aquello a lo que llaman destino. Olvidar todo lo que nos rodea. Cantar, bailar, saltar...Y más cosas sin sentido alguno. Cambiar el orden de las palabras. Perdernos en las miradas e incluso ver nuestro mismo reflejo perdido en ellas. Modernos como un par de caníbales. Suspirar entre caricia y caricia. Y volver a reír de nuevo. Música de fondo. Secuestrar una canción y hacerla nuestra. Parar el reloj, arrancar esas jodidas manecillas. Ser uno sólo. Vivir la pasión. Dormirnos a media noche. Despertarnos a las dos. Estar hasta las cuatro en silencio, en uno de esos silencios que hablan más que las palabras. Y caer rendidos de nuevo. Despertarme a tu lado, y sin abrir los ojos, saber simplemente que estás ahí.

sábado, 12 de enero de 2013

siempre en estado de espera.

¨Me da vértigo el punto muerto, y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras, y el obsceno guiar de los semáforos.Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recto.Me enervan los que no tienen dudas, y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sin sentido.
Parada frente al mar mientras el mundo gira¨

domingo, 9 de diciembre de 2012

domingo, 16 de septiembre de 2012

Por la vida que a veces te da la espalda y se desentiende por completo de lo que tu deseas. Y los días pasan lentos y cansinos. Uno detrás de otro, sin el más mínimo asomo de sol en ese pequeño túnel. Casas oscuras y silenciosas .
Salir de la cama. Esperar. Irse a dormir. Y levantarse de nuevo. Esperar. Irse a dormir. Y cualquier timbre de cualquier teléfono es siempre una preocupación, un sobresalto al corazón, una esperanza, un sueño, un deseo...Y en cambio nada. Nada. Seguir avanzando en silencio.
----Perdona si te llamo amor. Federico Moccia.

sábado, 18 de agosto de 2012

oxígeno

Cómo esconder un te quiero a la mirada de esos ojos. Cómo hacerlo, si es lo único que quiero que vean. No sé si son tus ojos, tu sonrisa, tu forma tan peculiar de ser, o mi forma tan peculiar de sonreír por tu culpa.  No sé si será lo que tienes, o lo que haces que yo tenga. Solo sé que quiero tener esa oportunidad, de estar a milímetros tuya, con mis labios rozando tu oído, susurrándote todo esto. Quiero tener la oportunidad de echarte de menos, de pelear y encontrar una solución contigo, de besarte, de abrazarte, de llamarte idiota y pegarte un ¨cocotazo¨. La oportunidad de tenerte, de reír, de hacerte sonreír a ti. Y así encontrar mi propia felicidad. Y una vez más no podré esconder todo lo que te quiero decir, porque a través de una mirada se me escaparán todas las palabras.
Te llamaré oxígeno, y ya queda demasiado claro el por qué.

martes, 7 de agosto de 2012

No:)

Ahora que lo pienso no mereces nada de mi. No mereces que pierda mi tiempo en intentar hablar contigo, no mereces que piense ni siquiera que te echo de menos. No mereces un suspiro mio, no mereces mis sonrisas, ni siquiera mis lágrimas. 
¿Sabes por qué? 
No me mereces porque no quieres merecerme.
No mereces que hable contigo, porque tu no intentas hablarme. No mereces que piense en cuánto extraño todo lo que éramos porque no quieres recuperarlo. No mereces un suspiro mio porque tu en tu vida suspiraste por mi. No mereces sonrisas que desprecias, ni lágrimas que te agraden ver en mis ojos.
Y yo, escúchame bien, merezco ser feliz. Y no me haces falta para serlo.